Una espiritualidad infranqueable por el Capital

Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. JP Sartre

domingo, 2 de enero de 2011

Los pies, la cabeza y el corazón de Evo Morales

La fuerza de los de abajo

Alerta roja, es la frase que podría resumir lo acontecido en Bolivia en la última semana. Bienaventurado sea el gasolinazo si se transforma en sacudón político, en punto de inflexión capaz de revertir la creciente tendencia superestrutural gubernamental a decidir desde arriba sin contar con los de abajo, adoptando la vieja cultura política del poder que considera que gobernar es tarea de quienes supuestamente “saben y tienen razón”, que es cosa de iluminados, o de “tener espalda”. Pero la revolución es tarea de pueblos, de mayorías concientes, organizadas, discutiendo y definiendo SU proyecto en la medida que lo van construyendo.

Los pueblos no están solo para aceptar, apoyar, convalidar o materializar (ejecutar) ideas y decisiones, sino ante todo para protagonizarlas. Esto quiere decir: participar del proceso de toma de decisiones y de la realización posterior de las mismas, compartiendo responsabilidades.

Si se hubiese discutido el problema del precio de la gasolina y petróleo, etc., con las organizaciones sociales, si se hubiese consensuado una medida y los pasos para su implementación, nada de lo ocurrido hubiese pasado. No sé cual habría sido la propuesta, pero los resultados habrían sido diferentes: nadie sale a protestar contra lo que acordó.

Los protagonistas no pueden –ni quieren enterarse de su historia por los diarios. No es con resoluciones y decretos como se impulsa la revolución democrática y cultural, la clave está en la participación. Se trata de un proceso marcado por la construcción colectiva y requiere llevar los ritmos que esa construcción –y toma de conciencia colectiva demanden. Cuando se pretende acelerarlo pasando por encima de la participación popular, lo que se evidenciaba como un éxito o acierto posible en el mediano plazo se tornan en un inmediato fracaso.

La prueba está a la vista: apostando a la consulta y participación de los de abajo, ciertamente el camino puede ser más largo y los ritmos más lentos, pero a la larga será más efectivo, profundo y radical. Esta sabiduría no salió de las universidades, se forjó en la experiencia de lucha de los pueblos. En sus prácticas, ellos han delineado y construido las nuevas lógicas de la transformación social desde abajo, es decir, de las revoluciones democrático-culturales caracterizadas por apelar al desarrollo de la conciencia, la organización y la participación de los de abajo de modo permanente. Y esto no se logra con cursos o conferencias, es ante todo, una resultante de la participación plena de los de abajo en todo el proceso de cambios: desde el diagnóstico y las definiciones hasta la implementación y el control de las decisiones. Estas no son ya tarea de un grupo de dirigentes sino responsabilidad compartida de todos/as.

El pueblo conciente, participante y protagonista de las decisiones saldría igualmente a las calles, pero –en tal caso para reafirmar las medidas del gobierno que serían sus medidas, y para pedir la profundización revolucionaria del proceso.

Lo ocurrido en Bolivia a consecuencia del gasolinazo no se corresponde con ninguna de estas alternativas, pero tampoco significa un rechazo al gobierno que siguen considerando suyo. Es sí un grito y una manifestación contundente contra una tenue pero creciente forma de gobernar que venía ya mostrándose en algunas decisiones, que pretende desconocer al pueblo como protagonista central del proceso y suplantarlo en la toma de decisiones fundamentales, reencarnando lo peor de la herencia política burgués-colonial.

Un gobernante revolucionario no se define como tal por el currículo, ni por ser “honrado y bueno” en comparación con los gobernantes tradicionales del sistema; aunque estas cualidades se requieren elementalmente, su proyección va más allá de lo personal: se relaciona directamente con su capacidad de poner los espacios de poder en función de la transformación revolucionaria, abriéndole las puertas del gobierno al pueblo, construyendo un nuevo tipo de institucionalidad, de legalidad y legitimidad basada en la participación del pueblo en la toma de decisiones políticas (basamento de la asamblea constituyente).

La tarea titánica de los gobernantes revolucionarios no consiste en sustituir al pueblo, ni en “sacar de sus cabezas” buenas leyes, mucho menos para demostrar que son más inteligentes que todos, que tienen razón y que, por ello, “saben gobernar”. Impulsar revoluciones desde los gobiernos pasa por hacer de estos una herramienta política revolucionaria: desarrollar la conciencia política, abrir la gestión a la participación de los movimientos indígenas, de los movimientos sociales y sindicales, de los sectores populares, construyendo mecanismos colectivos y estableciendo roles y responsabilidades diferenciados, para cogobernar el país.

Las revoluciones desde abajo, es decir, las que se gestan por los pueblos desde la raíz de los problemas, apuestan al cambio que nace de las conciencias de los pueblos y se construye en su accionar protagónico, nada tienen que ver con métodos que pretenden impulsar el proceso con decretos o resoluciones generadas desde arriba por muy bien intencionadas y certeras que estas pudieran resultar.

No se avanza con medidas superestructurales por muy justas y razonables que estas sean. Hay que construir protagonismo popular colectivo y eso solo puede lograrse forjándolo a cada paso y en cada paso. El aprendizaje como la enseñanza comienza en las prácticas cotidianas. Educar en lo nuevo significa desarrollar nuevas prácticas, dar el ejemplo. Esta es la clave pedagógica vital de las revoluciones desde abajo.

Estas solo pueden profundizarse anudadas a la construcción y fortalecimiento del sujeto colectivo de las mismas, el actor sociopolítico capaz de traccionarlas e impulsarlas permanentemente hacia objetivos radicalmente superiores. La tarea fundamental del instrumento político en estos tiempos consiste por ello, precisamente, en desarrollar el trabajo político, cultural e ideológico necesario para que promover el desarrollo de la conciencia política del conjunto de actores sociales y políticos del campo popular, en abrir canales institucionales y no institucionales para la participación conciente, organizada y creciente del conjunto de los actores revolucionarios, así como también crear ámbitos para las reflexiones criticas colectivas del proceso de cambio, de modo de ir fortaleciendo las conciencias, creciendo colectivamente.

En Bolivia el pueblo no salió a las calles a rechazar a su gobierno, sino –junto con la medida a la imposición, a las decisiones inconsultas, al distanciamiento entre gobernantes y movimientos indígenas, campesinos y sociales que venía evidenciándose como tendencia y que cristaliza ahora contundentemente con esta medida del llamado gasolinazo. El pueblo no salió a oponerse a Evo, sino a decirle NO a cualquier intento de gobernar sin su participación, a pedirle rectificación y reconocimiento. Y en un acto de humildad que evidencia tanto su gran sabiduría como sus raíces, Evo rectificó. Y repasando su promesa de Tihuanaku, retiró los decretos y reiteró su decisión de “mandar obedeciendo”, que –en sentido estricto no significa ni mandar ni obedecer, sino gobernar juntos, construir de conjunto las medidas fundamentales, y compartir las responsabilidades de las decisiones y de su implementación.

Y no es que esto sea necesariamente garantía de éxito ni evite cometer errores o equivocarse, pero cuando los pueblos fracasan teniendo conciencia de que ello podría ocurrir, es decir, sabiendo que se podía perder, el fracaso puede representar un triunfo, un crecimiento colectivo, un nuevo aprendizaje y un fortalecimiento que los dinamice e impulse a buscar concretar sus objetivos por otras vías. Algo así como: “Bueno, si por ahí no salió el asunto, ¿por dónde y cómo vamos a lograrlo?” Es decir, la situación se presenta diferente cuando hay participación consciente que cuando no la hay: los pueblos avanzan según toman conciencia del fracaso o celebran el triunfo, y ello depende de su participación en las decisiones; cuando fracasan sin conciencia de lo que estaban haciendo, la frustración es profunda.

Las revoluciones son idénticas a la participación protagónica de sus pueblos; directamente proporcionales a ella. Si, por ejemplo, se aplica esta sencilla ecuación a los procesos populares revolucionarios en curso, a las medidas gubernamentales y sus procedimientos, los resultados saltan a la vista: a menor participación popular, menor contenido y alcance revolucionario, menos revolución. Conclusión: El nudo gordiano estratégico de los procesos revolucionarios no radica en la pertinencia de las resoluciones gubernamentales ni en la sabiduría de los gobernantes y su entorno, sino en la voluntad popular, en su conciencia y organización para participar en las definiciones y soluciones, impulsarlas y sostenerlas.

En el terreno político está claro que saber es poder. En tanto el saber procedente de técnicos y expertos es restringido, reducido a élites y minorías, su poder también es escaso y reducido, acotado a cargos y funciones, a lo que se denomina comúnmente “trabajo profesional”. Por ello, sin negar el valor del trabajo de expertos y asesores, los resultados y las propuestas de sus estudios necesitan siempre ser reevaluadas (cuando no construidas) con el pueblo, con los movimientos indígenas, sindicales y sociales, con el campo popular todo. Solo en un proceso articulado, conjunto, es posible transformar las propuestas de funcionarios, especialistas o técnicos en decisión política revolucionaria de gobierno y pueblo. En procesos político-revolucionarios como el que vive Bolivia hoy, la administración pública –que es la administración de lo público no puede quedar entrampada en los papeles de los funcionarios; es tema y tarea de la militancia socio-política de los pueblos en las calles de las ciudades, en los campos, en las minas…

Los que tienen la responsabilidad de gobernar tienen la prerrogativa de proponer cambios y la obligación de que sus propuestas tengan fundamentos sólidos. Esto no está puesto en discusión. Pero la otra pata del proceso, la fundamental, la que le da sentido y proyección revolucionaria, consiste en lo siguiente: para que el saber producido arriba sea a la vez poder abajo, tiene que construirse con los de abajo y constituirse en saber/poder de pueblo. Esa es la tarea política por excelencia de quienes tienen responsabilidades de gobierno en procesos revolucionarios.

Evidenciar esto y ponerlo sobre el tapete es una de las enseñanzas más importantes y trascendentes de los acontecimientos resultantes del gasolinazo: el pueblo reclamó su protagonismo, habló con su líder en su lenguaje de resistencia y lucha, y Evo respondió como militante. Consciente de que rectificar es de sabios, escuchó y comprendió el mensaje de sus compañeros/as y raudamente derogó las resoluciones y decretos, y volvió a poner el la agenda política gubernamental un tema clave: gobernar para el pueblo implica gobernar con el pueblo. Y con ello Evo alumbraba otra lección: para impulsar una revolución desde abajo, no basta con “tener espaldas”, sino los pies en la tierra, el corazón en el pueblo y la cabeza clara de sus responsabilidades como gobernante revolucionario capaz de concertar a los pueblos a protagonizar su historia.

Queda claro entonces que el tema abierto con el gasolinazo no está limitado a economistas, ni expertos, ni periodistas, pertenece al pueblo. Es el pueblo –en su diversidad de identidades, nacionalidades y culturas quien tiene el poder de cambiar la historia y construirla a su imagen y semejanza.

Por eso, a días de conmemorarse un nuevo aniversario de la constitución del primer gobierno indoamericano en nuestro continente, es posible exclamar, con fuerza y vitalidad:

¡Jallalla los pueblos de Bolivia! ¡Jallalla Evo!
Isabel Rauber

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Con respecto al tema principal del articulo “los pies, la cabeza y el corazón Evo Morales”, puedo señalar que sin lugar a dudas la órbita del mismo gira alrededor de la participación popular, el lugar que deben ocupar los de abajo en la institución gubernamental, encarnada en este caso en Evo.
Y como debe protagonizar el proceso revolucionario duradero que será lento y con resultados a largo plazo, si se logra con el trabajo militante, que el pueblo salga de una actitud pasiva de aceptación y contemplación de medidas como fue el gasolinazo.
Podemos mencionar también a modo de eje del artículo, cómo se manifiesta un pueblo involucrado en las medidas de gobierno, cuando cuenta con una participación plena y en respuesta a esto un gobernante que sabe escuchar el reclamo y la resistencia.
Desde nuestra realidad podemos observar cuando un gobierno se da de forma compartida, lo que la autora denomina acertadamente Cogobernar, se produce una comunicación perdurable en el tiempo, cuando los movimientos populares son sujetos de la realidad, acompañan o no medidas determinadas, que tienden a modificar su realidad, con una participación consiente, que se presenta como ámbito de reflexión y de conciencia, se sale de los estereotipos anteriores de gobernantes que digitan las medidas a espaldas del pueblo sin sus verdaderos protagonistas, saliendo de el estatus quo, que administran desde propuestas de una minoría.
Entonces la participación generadora de conciencia, es la herramienta de un pueblo revolucionario, escuchar y saber actuar ante esto es la obligación de los gobernantes, cuando no se escuchan estos mensajes se comienza un proceso de retroceso y fracaso revolucionario.
La legitimidad de un gobierno está dada por la aceptación de las masas populares, esta legitimidad puede ser rememoradas en procesos trascendentales tales como el Artiguismo y el Peronismo en nuestro país.
Segredo Mariangeles (UPMPM)

Dolores UPMPM dijo...

El tema aborda sobre el efecto que tuvo la discucion y anuncio del aumento de petroleo y combustible derivados, y el acarreo de protesta que trajo consigo el anuncio de las medidas a tomar.
En dichas protestas se escucharon voces de las distintas organizaciones sociales. pueblos originarios, obreros,campesinos.
En una incipiente democracia popular donde el sector mas vulerable estaba marcado por gobiernos burgueses que desoian sus reclamos al punto de la represion,se lanzan en marcha para hacerse sentir. Y Evo capta el mensaje, como militante antes que gobernante.Pudo lograr desde su proyeccion politica equilibrar los espacios de poderes en medio de los conflictos, buscando la salida desde los institucional con la participacion masiva de las organizacions en las tomas de decisiones.Este proceso revolucionario parte desde la raiz ,donde el pueblo mismo es el protagonista desde el respaldo, el compromiso y la lucha.
Este pueblo salio a las calles para apoyar a Evo, pero tambien pedir al mismo tiempo ser participe de deciciones y de cambios.Evo con el corazon en su pueblo supo comprender derongando el impuesto, cumpliendo la promesa de Tihuanacu.
Teniendo firme los pies en la tierra cogobernar con su gente, entendiendo y sabiendo que el ser buena gente no es susficiente para ser buen gobernante. Va mas alla.Es construir desde abajo estructuras politicas efectivas y solidas.
Con la cabeza puesta en las obligaciones y compromiso con su pueblo.
En la realidad argentina se da un proceso casi igual que se inicia desde la presidencia de Nestor Kirschner.El pais venia jaquedo de corrupcion deuda y sus derivados, que decanto en el caseroleo de diciembre con la caida del gobernante de turno.Pasando luego distintos presidentes que apresuraron sus salidas.Pero desde el 2003, se ha producido un cambio notorio en todos los aspecto. Tanto Nestor como Cristina supieron canalizar las carencia y necesidades de su pueblo.
Dicho cambio continuo y siguio profundizandose en el actual mandato de Cristina, quien al igual que Evo tuvo apoyo masivo y popular ante la intentona de desestabilizacion que propicio la derecha emulando "un cacerolazo".El pueblo
por medio de las distintas organizaciones sociales tambien tomo las calle y dio su apoyo a la actual mandataria, leguitimandola aun mas.

Anónimo dijo...

En el articulo los pies, la cabeza y el corazon de Evo Morales el tema principal es que los movimientos sociales no tienen que ser meros espectadores de la reslidad sino que deben tener una participacion de las tomas de desiciones de sus gobernantes.
Evo Morales nos dio un claro ejemplo de que si se puede gobernar junto a los movimientos sociales cuando retiro los decretos, el si pudo entender eso por su militancia por sus raices.
En nuestro pais se va entendiendo la idea de gobernar juntos porque se fue ese paradigma muy malo de que los movimientos sociales no estaban capacitados para hablar ni siquiera para aportar una idea, ahora si se esta entendiendo que ellos son los mas capacitados de todos porque los de abajo tienen el saber de la lucha de los pueblos.Lima Marcela(upmpm)

Anónimo dijo...

¡Arriba los de abajo! Este artículo relata el reclamo genuino que el pueblo de Bolivia planteó a su líder por el aumento generalizado de precios de combustibles líquidos que este decretara sin la participación popular que legitime ese proceder (Gasolinazo) y el humilde reconocimiento y rectificación del mandatario de ese país, Evo Morales.
La idea fundamental o más importante que emerge de esta situación, sería el principio estratégico que guía a este proceso revolucionario que se vive en Bolivia, el cual consiste en el respeto tanto a la voluntad popular, a su conciencia como a su organización para participar en las definiciones y soluciones que deban impulsarse y sostenerse. La idea que se despliega es la de gobernar juntos con mayor participación en cada decisión, en donde las propuestas de expertos y asesores políticos (los de arriba) sean reevaluadas por el pueblo (los de abajo). Las soluciones que se propongan a cada problemática debe construirse como un tejido entre los que tienen la responsabilidad de gobernar proponiendo cambios saludables para el conjunto y los que tienen la urgente responsabilidad de sostener ese gobierno revolucionario que reflejaría una inclusión sin precedentes en la historia de ese país: la participación de los de abajo, el pueblo que nunca había sido escuchado desde la colonización española pero que hoy alza su voz, respetuoso de su diversidad cultural, para construir un camino nuevo y propio.
En ese sentido, los movimientos sociales en Argentina tienen la tarea de lograr articular su estrategia para resolver cada problemática, con aquellas propuestas que bajan tanto del gobierno nacional como de los gobiernos provinciales de manera de exigir su participación en la coyuntura política actual con la responsabilidad de sostener el gobierno que les brinda la posibilidad de participación democrática.
Luisa Pérez

Anónimo dijo...

Me parece que el gasolinazo es una muestra de la conciencia del pueblo, la cual le recuerda a sus gobernantes que el poder que les dieron es con una condición, y ella es obedecer los mandatos del pueblo, cada vez que el gobierno se aleje de la voluntad del pueblo, estará perdiendo poder y legitimidad para usar ese poder. Seguramente gobierno y pueblo aprendieron y recordaron ambos cuales son sus roles en este proceso de cambio.
En Argentina no tenemos gasolinazos tan fuertes como los de Bolivia, pero hay tensiones entre movimientos sociales que hacen conocer sus necesidades al gobierno nacional mediante corte de calles, como argentinos tenemos el privilegio de tener un gobierno que los escucha. Las organizaciones sociales que reclaman sus derechos frente al gobierno, son claramente un reclamo hacia el resto de la sociedad pidiendo que no los olvidemos y que sus temas deben ser debatidos para que no queden en el debe.
Milton Cuellar UPMPM

Anónimo dijo...

Lo acontecido en Bolivia,se transformo en un sacudón político(Gasolinazo),por que cuando los de arriba deciden sin contar con los de ABAJO,considerando que son iluminados.La revolución es de los pueblo,quienes no están solo para aceptar,apoyar,convalidar,por lo contrario son los protagonistas en la toma de decisiones conjunta con sus gobernantes. En Bolivia el pueblo no salió a las calles a rechazar a Evo Morales,sino a decirle NO a gobernar y tomar decisiones sin su participación. Él con humildad y gran sabiduría retificÓ,retiró los decretos y reiteró su compromiso de gobernar juntos,construyendo desde abajo.El Pueblo es el Soberano. Argelia del Valle Cruz UPMPM

Anónimo dijo...

Mario Flores Sanabria(UPMPM)
Punto 1: Se trata del aumento de la gasolina en Bolivia, en que se establecía por decreto el precio al mercado internacional.
La irracionalidad de ese decreto tuvo como consecuencia protestas de todos los sectores sociales, generando un escenario de confusión social, contraria al compromiso asumido en Tihuanacu (gobernar junto al pueblo) y eso indica consulta y participación.
EL gobierno de evo morales reconocía publicamente que se ha equivocado y anulo el decreto que el pueblo rechazaba, el liderazgo de evo morales se sostienen sobre el avance de los movimientos sociales y pueblos originarios que se encuentran en constante construcción colectiva, su pertenencia a la clase social Bajas le permite mantener un fluido vinculo e interpretar la necesidad de su pueblo, promoviendo sus políticas de inclusión. Generando participación popular en sus comunidades.
Evo morales asume la dirección de gobernar con responsabilidad por su pueblo y con su pueblo, sus movimientos sociales y pueblos originarios asumen el compromiso de acompañar a su gobierno previa deliberación, discusión para una mejor construcción colectiva .

Punto 2: Desde la crisis del 2001 se había cuestionado la credibilidad de los gobernarte de turno, los sectores sociales pedian a vivi voz (que se vayan todos) causando una crisis de legitimidad institucional.
La conformación de asambleas barriales, fabricas recuperadas,trabajadores desocupados, que plantearon un modelo alternativo de alta gestión, en lo económico y laboral gestando un escenario de conciencia colectiva en las bases populares, pero no concluyeron en un ascenso político único, al contrario fue disperso. El proceso de cambio que vive Bolivia con un gobierno de pertenencia social baja rompe con paradigmas estructurales, tradicionales y en todos los niveles que las organizaciones sociales toman como modelo a seguir, les compromete a exigirles mas participación a su gobernante en la Argentina.

Punto 3: A partir de la gestión del gobierno de Kirchner, se fue construyendo el vinculo con Bolivia, sobre la base de la hermandad y reciprocidad, vinculada al bienestar de su pueblo; entendiendo que juntos podían frenar las presiones internacionales por la deuda externa del FMI-Banco Mundial y lo que implicaba el ALCA (Tratado de libre comercio en sus regiones).
También se hizo necesario la conformación de un bloque como el UNASUR, para evitar competencias desleales entre regiones, mostrar solidez frente a un mercado interno mas favorable; También sabe destacar el compromiso de apoyo mutuo en lo militar ante intervenciones externas.
(Gobernar junto al pueblo) significa para la Argentina un avance amplio para las cuestiones sociales, que tienden similitud en políticas de inclusión de los mas desposeidos como lo que se implementa en Bolivia como ser: Bono Juancito Pinto para niños en escolaridad, Juana Azurtuy para madres embarazadas hasta los 2 años de lactancia, Bono Sol pensión para las personas de la tercera edad que no cuentan con aportes.
Hoy en la Argentina son la base de legitimidad del gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner.

Anónimo dijo...

El articulo "Los pies, la cabeza y el corazon de Evo Morales" se basa puntualmente en cómo debe ser la construcción de un poder desde abajo, junto al pueblo, para poder generar un poder revolucionario. Explica el reclamo de "El Gasolinazo" como un pedido del pueblo para ser incorporado en las decisiones politicas.
El tema central es el empoderamiento: la prticipacion del pueblo en las decisiones gubernamentales y se explica desde el artículo que para que esto ocurra llo que debe hacerse es construir protagonism popular colectivo, y eso solo se puede lograr forjandolo a cada paso. Para hacerlo posible, se debe educar al pueblo desde la practca, generando a su vez nuevas práticas. Esta es la clave vital para la cosntruccion de un poder desde abajo. En el caso de Evo Morales, su construccion del poder desde abajo va acompañada de su propuesta de "mandar obedeciendo" es decir, ni obedecer, ni gobernar sino gobernar juntos. Asi tambien, se le debe abrir las puertas del gobierno al pueblo, construyendo un nuevo tipo de institucionalidad, de legaliad y legitimidad basada en la participacion del pueblo en la toma de decisiones.
En el caso de Argentina, poner en marcha un sistema de concientizacion politica y revolucionaria, a mi entender, conformaria un equilibrio en los reclamos. Saliendo del egoismo clasista a fin de apuntar todos los movimientos hacia el mismo pedido: Partiipacion politica y que la misma refleje todas las voces de la sociedad.
Entiendo, que se todas maneras el verdadero cambio debe ser en Latinoamerica toda, Ya que a pesar de las necesidades propias de cada pais, lo que nos une e iguala es mucho mas fuerte, es la construccion de un poder propia que nos fue apropiado, y cuando lo construimos nos interrumpen, obstaculizan y nos enfrentan.

Ayelen Colosimo (UPMPM)

Anónimo dijo...

J.C.MERCADO(UPMPM)
El tema central del articulo " los pies,la cabeza y el corazón" de Evo Morales, gira entorno de la participación popular del pueble Boliviano, debido al lugar que deben ocupar los pueblos de abajo en las decisiones gubernamentales.
Lo mas importante es el principio de que este proceso revolucionario consistente en el respeto a la voluntad popular, para participar en las definiciones y soluciones que deban impulsarse y sostenerse.
Las propuestas de expertos y asesores políticos (los de arriba) sean consultados por el pueblo (los de abajo).
En nuestro país no ocurrió lo de Bolivia, pero existen movimientos sociales que solicitan al gobierno ciertos reclamos para lograr resolver algunas problemáticas, construyendo desde abajo.

Anónimo dijo...

El gasolinazo en Bolivia fué un sacudón para los políticos,que siguen con sus viejas práticas de decidir sin contar con los de ABAJO,por que piensan que tienen el saber y la razón,se olvidan que las revoluciones las hacen los pueblos en conjunto con sus mayorías organizadas discutiendo y defendiendo lo que consideran que son sus proyectos que van construyendo,con sus tomas de decisiones y la realizaciones posteriores de las mismas,compartiendo responsabilidades. Si se hubiera discutido el problema con las organizaciones sociales y llegara concensuar, los resultados habrían sido diferentes,pero no fue así. Las noticias se las dierón los diarios,que había una suba en el combustible. Estas son las decisiones que los pueblos no aceptan,que vengan desde arriba sin previa consulta. Los pueblos no estan para aceptar,apoyar,convalidar o materializar,ideas y decisiones,todo lo contrario,quieren participar,protagonizar,tomar decisiones,compartiendo responsabilidades. El pueblo de Bolivia no salió a la calle en contra de Evo Morales sino a rechazar las medidas tomadas por su gobierno,NO al decreto,lo cual fue escuchado y aceptado,él con humildad retificó y retiró el decreto,reiteró el compromiso de gobernar juntos construyendo desde ABAJO. Las revoluciones las hacen los pueblos,EL SOBERANO. Sergio Cari UPMPM.

SELVA HAYDÉE ESTEBAN dijo...

En un Estado Plurinacional como el de Bolivia, se deben contemplar las necesidades de los de abajo conjuntamente con las del gobierno, para la construcción del nuevo rumbo a seguir. Esto puede producir diferencias a resolver, para lo cual el diálogo es primordial y poder llevar a cabo el bien colectivo. No es una tarea simple, tienen que amalgamarse, el derecho a decidir de cada región, según sus necesidades, con las propuestas gubernamentales. En el nuevo tipo de Estado hay que ser sujetos creativos, pensantes, gente que participe y asuma responsabilidades, que pueden resultar positivas o no, pero discutidas conjuntamente, uniendo lo cultural con el progreso. Otra tarea es capacitarse, para no ser engañados ni comprados, lo que no es bien visto por los poderosos que presionan y trabajan, ellos si bien juntos, para romper la ligazón pueblo-gobierno, que no les permite explotar a los que menos tienen, ni corromper a gobernantes para beneficiar sus intereses. Evo gobierna con su pueblo, lo que hasta ahora la comunidad indigena desconocía, históricamente ha sido usada y menospreciada, pera esto va cambiando por lo que siguen apoyándolo, pero exigen se los consulte para la toma de nuevas decisiones. El gobierno debe escuchar, cada una de las partes tienen sus razones y deben unirse para llegar a acuerdos beneficiosos, para poder disfrutar de la vida en plenitud. Evo tiene claro que si él no gobierna bien, "el pueblo boliviano nunca mas va a confiar en un dirigente sindical campesino" Quienes reclaman ser reconocidos como actores sociales, en la construcción de proyectos colectivos,ejercen su derecho y en caso de no ser oídos, esta bien que tomen el afuera, mostrando la necesidad de que se cumpla lo pactado. Un país para avanzar necesita de todos sus habitantes, analizando lo mejor para todos, ser criticos, pensar con su propia cabeza y no aceptar lo que nos mandan digerido los medios de comunicación que responden a la derecha. En cuanto a nuestro país, gozamos en este momentos de buenas mejoras para la clase baja, no pademos dudar que faltan necesidades básicas, para lo cual habrá que exigir se cumplan a la brevedad, pero vamos por el buen camino, debemos apoyar lo positivo y pedir por aquello que falta y que nuestra presidenta se comprometio a hacer. "¿Existen los dientes si no estan juntos en la boca? ¿Existen los dedos si no estan juntos en la mano? Juntarnos y no sólo para defender el precio de nuestros productos sino también y sobre todo, para defender nuestros derechos" EDUARDO GALEANO

Anónimo dijo...

Norma Benítez
La cabeza, el corazón, los pies del Evo Morales:
Los movimientos sociales y pueblos originarios, están en constante construcción colectiva, son los que emergieron como nuevas tendencias con visión política, son los pies del Presidente Evo Morales Ayma.
El vinculo que tiene el pueblo con su presidente, es la interpretación de la necesidad y sobre todo el sentimiento de pueblo, la propuesta en las ruinas de Tiahuanaco fue “gobernar con el pueblo y para el pueblo” de hecho lo que más les vincula entre el líder en el poder y su pueblo es la tendencia de popularidad por su pertenecía.
Los Movimientos sociales junto al Evo Morales, asumen como compromiso, acompañar a su gobierno en las buenas y las malas determinaciones que se tenga “crisis del decreto del gasolinazo” y “crisis de la carretera del tipnis” el acuerdo fue considerar la agenda de octubre del 2003 que refrenda el vínculo con su pueblo.
El corazón es el sentimiento y vinculo para y con su pueblo del Evo Morales; esa afinidad de pertenencia les mantiene en constante dinamismo de ida y vuelta en la continuidad del proceso de cambio.
El liderazgo del Evo Morales, (la cabeza) las Organizaciones sociales desde abajo tomaron el poder y de ahí es que se considera que por vez primera el pueblo gobierna.
En el 2001 a diferencia de Bolivia, en argentina emergieron movimientos de desocupados, trabajadores de fabricas recuperadas, Asambleas populares, cuestionando y desacreditando de legitimidad a un gobierno que no sentía por su pueblo y al contrario estaba más afines a consorcios y monopolios internos y externos. “Al grito que se vallan todos” el pueblo entero se manifestaba en las calles.
A partir del 2003, en argentina se fue construyendo un vínculo de hermandad y reciprocidad entre Estados “MERCOSUR-UNASUR” para hacer frente a presiones Internacionales, por la deuda externa, el mercado de libre comercio y otros; con la intención de controlar la moneda y condicionar el mercado emergente. La consolidación de bloque entre pueblos del sur, permitió la diferencia de trato con los otros continentes Europeos y asiáticos, este último en constante crisis actual.